Cuando pensamos en el parto, solemos centrarnos en el aspecto físico: contracciones, dilatación, pujos, respiración. Pero hay otra faceta igual de importante: la historia emocional y neurológica que se desarrolla en el interior de la persona que da a luz.
Aquí es donde entra la teoría polivagal .
Quédense conmigo: es mucho menos intimidante de lo que parece y tiene todo que ver con cómo apoyamos el nacimiento.
Lo primero es lo primero: ¿Qué es la teoría polivagal?
La teoría polivagal, desarrollada por el Dr. Stephen Porges, básicamente dice esto:
Tu sistema nervioso está siempre escaneando el entorno en busca de señales de seguridad o peligro , incluso si no eres consciente de ello.
Dependiendo de lo que siente, su cuerpo reacciona automáticamente para mantener la calma, prepararse para luchar o huir, o apagarse por completo.
Es como tener un “radar de seguridad” interno que afecta tu ritmo cardíaco, tu respiración, tu digestión… y sí, incluso el parto .
Hay tres estados principales:
-
Seguro y social (estado vagal ventral)
→ Te sientes tranquila, conectada y apoyada. Tu cuerpo puede funcionar de forma óptima, incluso dando a luz sin contratiempos. -
Lucha o huida (estado simpático)
→ Presientes peligro. Tu corazón se acelera, la adrenalina sube y el parto puede detenerse o volverse más doloroso. -
Apagado (estado vagal dorsal)
→ Te sientes desesperanzada o abrumada. Todo se ralentiza, lo cual no es ideal para el avance del parto.
Bastante fascinante, ¿verdad?
¿Por qué es esto importante durante el parto?
Durante el parto, el cuerpo que da a luz necesita sentirse seguro para realizar su trabajo.
La seguridad no se trata sólo de que "no pase nada malo": se trata de una profunda confianza emocional y fisiológica en el entorno y en las personas que te rodean.
Cuando alguien se siente seguro:
- La oxitocina (la hormona del amor y del trabajo) fluye libremente.
- Las endorfinas (analgésicos naturales) aumentan.
- Los músculos del útero trabajan rítmicamente, ayudando al bebé a descender.
Cuando alguien se siente inseguro:
- Picos de adrenalina que pueden retardar o detener el parto.
- La percepción del dolor aumenta.
- El cuerpo puede literalmente intentar "pausar" el parto para encontrar un ambiente más seguro.
¿En resumen?
Una sensación de seguridad emocional no es un extra : es esencial para la fisiología del nacimiento.
Cómo podemos apoyar el sistema nervioso durante el parto
Sabiendo esto, los trabajadores de parto (y sus parejas, y los proveedores médicos) tienen una oportunidad increíble de co-regular , para ayudar a la persona que da a luz a mantenerse conectada con ese estado social seguro.
Aquí te explicamos cómo:
- Contacto visual suave y expresiones faciales cálidas.
- Voz tranquila y firme con palabras sencillas y tranquilizadoras.
- Un toque suave y de apoyo (¡solo si es bienvenido!)
- Protegiendo el espacio del parto : luces tenues, menos interrupciones, solo personas de confianza
- Ritmo lento : sin prisas, sin energía urgente a menos que sea médicamente necesario.
Estas acciones envían poderosas señales no verbales al sistema nervioso de la persona que está dando a luz que dicen:
"Estás a salvo. No estás solo. Puedes dejarte ir."
¿Y cuando sienten eso?
El parto transcurre con mayor fluidez, a menudo con menos intervenciones y con una sensación más profunda de empoderamiento.
La gran conclusión
La teoría polivagal nos recuerda que el nacimiento no es sólo un acontecimiento físico: es un viaje profundamente social y emocional .
La forma en que una persona se siente durante el parto determina no sólo su experiencia sino también la biología real de su nacimiento.
Como trabajadores del parto, acompañantes o incluso simplemente como seres humanos que nos preocupamos, nuestra presencia, nuestra energía y nuestra capacidad de crear seguridad pueden cambiarlo todo.
En el nacimiento, la seguridad no es un beneficio: es la base.